VOLVER A MI REFUGIO
Rincón de mi esperanza,
cálido de lágrimas;
al fin he vuelto a ti...
extrañaba el silencio de unos ojos
que me atisban desde las paredes,
ojos amados, hospitalarios.
Refugio de mi alma sola,
te extrañé con locura.
Te miraba desde mi sombra,
anhelaba volver a mis sueños;
a mis oraciones,
a nuestro diálogo sin temores.
Rincón de versos esfumados
en cuadernos amarillos.
Soledad ansiada
de frondosos lirios
¡cuánto he llorado
por sentirte de nuevo en mis entrañas!
Lamparita que alumbras mi sentimiento
¡al fin estás conmigo!
esparciendo luz en mis recuerdos.
Refugio de mi ayer,
hoy has vuelto a enlazar tu aroma de viejos libros
con un dulce perfume renacido.
INGRID ZETTERBERG
Belissimo Ingrid! Todo lo que es nuestro siempre regresa con todo el amor y el perfume que nunca se ha extinguido!...
ResponderBorrarVolverá para borrar todo el anhelo! Volverá para a la conexión amorosa más bella y apasionada!
Un abrazo fuerte y cariñoso!
Gracias amigo Anibal por visitar mis versos y dejarme tan bella respuesta de esperanza. Y pues, al fin regresé a mi refugio de paz y poesía. Un abrazo grande desde mi corazón.
BorrarIngrid, me alegro mucho de que hayas cumplido tu sueño de volver otra vez a España, amiga...El poema que nos dejas lo hago mío. Me encanta cómo sientes y agradeces tu rincón de sueños e imaginación, donde escribes, reflexionas y oras...Recuerdo, que hace años hice un cuadro, que siempre miro y recuerdo, dice así: "En silencio encontrarás el alma de cada instante cerca de ti..."Yo también amo las cosas que me rodean y me han servido tantos años...Ellas tienen nuestro espíritu y nos devuelven la paz, que les dimos, amiga.
ResponderBorrarTe dejo mi abrazo entrañable y agradecido.
(Tus posts no se actualizan en mi escritorio, asi que te agradezco que llegues y así volver a leerte, amiga.)
Si amiga, Ma. Jesús, volví a visitar España y esos lugares entrañables donde nació y vivió Camilo Sesto, a quien tanto amo, nos paseamos mucho con mi hija y mi nieto mayor, fueron 42 días de ilusiones y sueños cumplidos. Pero extrañaba mi refugio, como yo le llamo a mi cuarto donde tengo mi computadora y objetos tan queridos, como retratos y mi lamparita, aparte de mis poemarios. Gracias por comprenderme, lo que no entiendo es lo que me dices al final, que mis poemas no se actualizan en tu escritorio. ¿Qué debo hacer? Yo si leo muy bien los tuyos. Un abrazo grande.
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