ROTAS ILUSIONES
Cuando tu inocencia se haya ido
y se hagan trocitos de rotas ilusiones
tus dibujos de niña en nuestro nido,
permaneceré enfundada
en mi vieja bufanda.
Y una estela de tu perfume de lavanda
se esparcirá en la noche
y sonarán tus tacones de fiesta
y del brazo de un joven
dejarás olvidada a la abuela.
Guardaré cual un tesoro
los recuerdos de fino papel,
esos que tan valiosos
se asomaron de tus manos a mis ojos
y que jamás perderán la miel.
Ven, no tardes tanto
mi pequeña,
que aún quiero abrazarte en mi quebranto
pues aún te sueña
esta alma vieja con su llanto.
INGRID ZETTERBERG
Dedicado a mi amada
nietecita Valeria