PARA SEGUIR VIVIENDO
Mañana de invierno
devuélveme sus manos.
Tráeme sus oscuros ojos
desde lejos,
su voz ausente y pausada,
su risa fácil.
Acerca a mis oídos
su suave murmullo
que se quedó
tras la puerta.
Quiero abarcar
con mis brazos
todas las flores
de su blanda tristeza.
Mañana de invierno
que te asomas a mi senda,
devuélveme su vida
para seguir viviendo.
INGRID ZETTERBERG
Dedicado a mi amada
hija Claudia, cuando
vivía en USA y estaba
ausente.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario