(Foto real de mi amada hija
Estefanía)
TU PLUMA, HIJA AMADA
Sólo quiero escuchar tu risa,
sólo quiero
que tu risa cubre mis horas,
amada hija;
solo así se desatan los nudos
que llevo en el alma por ti.
Niña mía, tu dolor es mi dolor,
tus ilusiones son mias
Quiero los tesoros de la vida.
Por tu vida
Anhelo tu paz.
mi bendita hija,
Dios está contigo;
El Salvador te está mirando
y conduce a tus poemas silenciados,
si tu musa ha dormido
en el camino de tu corazón.
Toma tu bolígrafo otra vez
que colgaba de algún árbol,
tal vez el otoño lo arroje
como una lira que sin motivo se ha secado.
INGRID ZETTERBERG
Dedicado a mi amada hija Stephanie
Derechos reservados
Entrega y amor de madre en este bello poema, Ingrid...Las letras son mágicas y sanadoras, no hay duda de que nos ayudan a todos a desentrañar la vida y a lograr paz y equilibrio interior...Mi hija también eligió el camino de las letras y le gusta escribir. Espero que tu hija pronto tome el bolígrafo y sobrevuele la realidad, amiga.
ResponderBorrarMi abrazo entrañable para ti y para ella.
Me alegro Ma. Jesús que tu hija también te haya heredado el amor a las letras. Gracias por estar presente entre mis versos y dejarme tan linda respuesta. Un abrazo.
BorrarUn poema hermoso y dulce.
ResponderBorrarPreciosa imagen.
Un abrazo.
Gracias Amalia por recorrer mis versos y dejarme tan hermoso comentario. Un abrazo.
BorrarLa esperanza en el mejor compañero del mundo le lleve a ella reencontrar el camino de su corazón creativo, hermosa mujer, bendiciones 🌺🌷🙏🏵️
ResponderBorrarGracias estimada Meulen por asomarte a mis versos y dejarme tan bella respuesta que aprecio mucho. Un abrazo.
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