lunes, 3 de enero de 2022

A tus manos

 


A TUS MANOS


Hijo mío,
¿dónde están
tus manos?
que me ayudaron
a batir la harina
en mi oscuridad perdida?

Ahora son
tus manos
para la guitarra
hijo amado,
para las cuerdas
vibrantes,
desentrañando
los misterios
de la música
encadenada
a tu alma.

Ahora son 
tus manos
tocando puertas
lejanas,
llevando obsequios,
resucitando
sonrisas.

Y en lo profundo,
seguirás siendo
mi amigo,
el que me habla
de leyendas
y planetas olvidados,
y va desmenuzando
conmigo
las horas del amanecer.

INGRID ZETTERBERG

Dedicado a mi amado
hijo Favio

No hay comentarios.:

Publicar un comentario

Ya no soy la misma

  YA NO SOY LA MISMA LOS PENSAMIENTOS OSCUROS ME PERSEGUIRÁN TODA LA VIDA, DESDE QUE VI TUS INMÓVILES OJOS SELLADOS COMO LA MUERTE MISMA, DE...