DESIERTO
Ya se van los campos
henchidos de distancia,
donde pasa tu risa
como un tren
en el ocaso.
Como círculo
dibujado por un niño,
gira y gira
tercamente tu adiós.
Cuerpo lapidado
de tus miradas
que se quebranta
como un grito.
Este es el lugar
donde habitaban
tus manos,
hoy desierto.
INGRID ZETTERBERG
Año 1,982
Dedicado a mi esposo
en tiempos lejanos.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario