CONCIERTO DE FLAUTA
¡Qué desgarro
hay en esa flauta
que me azota
de recuerdos!
¡Ah la tristeza
de la vida
se oculta en su tonada,
y en el azul
que borbotea en las aguas.
Ay, manantial de amores,
tú me anuncias
que ya no habrá regreso,
que su balcón
ha quedado desierto;
que se marchitó
en sus cenizas
y ha quedado encendida
una débil llama
en un cirio que oscila
dentro de mi alma.
INGRID ZETTERBERG
Dedicado a mi amada
mamá en el año 2,013
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