PEQUEÑO LADRÓN
Niño de mi ser,
¿porqué tus ojitos
no quieren hablarme
el idioma de los ángeles?
¿Porqué tu amor
se detiene distante
entre la tierra
y el agua?
Yo te he acunado
en mi soñar,
y te he arrullado
en mis miradas
que siempre acaban
en llanto.
Adrián,
tu nombre llevado
como un canto griego
por el viento,
como repique de campana
se quedó en los ecos.
¿Porqué
no estuvimos juntos
entre los patitos
silvestres
de aquel lago?
¿Porqué no reí contigo
pequeño ladrón
de mi alegría,
entre burbujas
de jabón?
¿Hasta cuándo mi dolor,
dos veces hijo mío,
no estaremos reunidos?
Hasta que llegue
ese día, oiré
tu lejana risa
en el inalámbrico,
y te guardaré
con celo
tras el cerrojo,
el pórtico y el velo
de mi extenuado
corazón.
INGRID ZETTERBERG
(Dedicado a mi amado nieto Adrián,
cuando solo tenía 2 años, y aún Dios
no me había concedido la dicha que por fin
llegó, de abrazarlo y besarlo el 15
de Marzo de 2,010 en Miami, Florida)
Año 2,008
No hay comentarios.:
Publicar un comentario