DOMINGO DE AUSENCIA
Otra vez
estoy a oscuras, lo sé,
mientras flota
tu ausencia
entre estas paredes
y mi piel derrotada.
Hay en nuestra calle
un amanecer frío.
Tu voz se ha ido,
y no puedo arrancarme
este silencio.
Los ecos del alba
atraviesan las ventanas,
y el aliento del invierno
va empañando
los caminos.
Hoy es domingo
y no estoy contigo.
En vano te busca
mi alma,
hoy quiere herirme
la vida.
Tus callados libros
y tus botas
ya están cubiertos
por el polvo de tu olvido.
Tu ropa
está abandonada.
Yo me parezco
a esas ropas tuyas
que guardan tu olor.
Domingo de viento
y de quietud,
poblado de ayeres.
Hoy mi alma
está desolada,
en ella habita
tu ausencia.
INGRID ZETTERBERG
Dedicado a mi esposo
en un domingo triste
de ausencia
Año 1,976
No hay comentarios.:
Publicar un comentario